¡Tu carrito está actualmente vacío!
Así comenzó todo…
Corría el año 2007 y el barrio zaragozano de Rosales del Canal estaba en pleno crecimiento. Ecaterina trabajaba por aquel entonces en una franquicia de panadería y pastelería en el cercano Montecanal pero en su mente siempre estaba el proyecto de abrir su propio negocio. Anteriormente, vivíamos en Tudela, donde trabajó también en el sector, una carrera profesional que continuó cuando nos mudamos a la capital aragonesa.
Un negocio familiar
Con obrador propio y productos personalizados, fuimos un negocio pionero en uno de los barrios más jóvenes de Zaragoza. Lo abrió nuestra madre Ecaterina Cebanu y ahora somos sus hijos, Nico y Ana, quienes estamos al frente.
Ecaterina vio en Rosales la oportunidad perfecta para montar su propia pastelería. Ahora somos nosotros quienes estamos al frente del establecimiento, mientras que nuestra madre está en otro abierto posteriormente en Salvador Allende. Iván, nuestro padre es el pastelero que realiza las tartas y postres tradicionales.
Al principio costó levantar el negocio pero, poco a poco, fue creciendo, conforme lo hacía el barrio.
Hemos venido para hacerte la vida… ¡la mar de dulce!
Tenemos un obrador propio y nuestro producto estrella son las tartas personalizadas, tanto para cumpleaños infantiles o de adultos, como para despedidas de soltero o para cualquier ocasión especial. Nos adaptamos al gusto del cliente, nos dice la idea o la temática y nosotros elaboramos su tarta, galleta o cualquier otro dulce.
Cuando nuestra madre abrió el primer La Mar de Dulce, hace ya 15 años, en Rosales del Canal había otra tienda pequeña donde se vendían dulces, pan y bollería, pero no tenía obrador. Ofrecimos a los vecinos la opción de poder comprar pasteles hechos de forma artesanal. Años después, abrieron otros dos negocios similares, uno de ellos con obrador, pero ambos tuvieron que cerrar. La nuestra sigue siendo la única pastelería casera y nuestros vecinos lo valoran. Vienen no solo del barrio sino de todo el Distrito Sur porque nos hemos ido dando a conocer. Son sobre todo familias con niños pero también parejas o personas mayores.
Ven a visitarnos
La Mar de Dulce abre todos los días del año, de ocho de la mañana a nueve de la noche, a excepción de fechas señaladas, como Navidad o Año Nuevo, cuando nuestro horario se acorta. Aun así, nuestras puertas están abiertas un rato por la mañana. Ofrecemos pan, gominolas, caramelos, bombones, frutos secos, etc.
Nos puedes encontrar en la Calle Ludwig Van Beethoven, 46, esquina con Isaac Albéniz, en la zona más comercial del barrio.
La Mar de Dulce forma ya parte del barrio y, desde que ocupamos esta esquina, los vecinos de todo el Distrito sur de Zaragoza disfrutan de celebraciones mucho más dulces y personalizadas.